¡A la rica castaña!

¿A quién no le apetece un cucurucho de castañas asadas?. Con la llegada del otoño las calles se llenan de ese olor tan familiar de castañas asadas, que puestas en un cucurucho te dejan las manos calentitas para un rato.

Lo mejor de todo es que ni siquiera engordan como se ha pensado siempre. En realidad es un alimento altamente energético por estar formado por hidratos de carbono y es el menos calórico de todos los frutos secos, por su bajo contenido en grasa y por la cantidad de agua que posee.

Son ricas en hierro, potasio y vitamina B. Además de aportar energía para protegernos del frío, son perfectas para deportistas y niños en proceso de crecimiento.

En la compra y en casa

A la hora de elegirlas en la compra es importante buscar las que tengan la piel tersa, sin manchas ni cortes y firmes al tacto. Luego debemos dejarlas en un lugar seco y fresco, sin meterlas en bolsas de plástico que las pueden enmohecer.

Las tiernas aguantan en la nevera un mes y en el congelador cuatro, si no les quitáis la corteza. Si están secas pueden estar dos meses en la nevera y hasta medio año en el congelador.

Después hay mil formas de hacerlas, asadas, cocidas, en sopa, con diferentes carnes y postres. Para acompañarlas, el licor gloria es el preferido entre los Extremeños, pero hay gran variedad de licores y aguardientes de la tierra donde elegir.

En el campo

Es un fruto singular de final de verano y principios del otoño, conservado de una forma tradicional.

El número de variedades cultivadas en Europa es muy elevado, sin embargo, se generaliza como castaña común o europea, atendiendo al patrón para diferenciarla de la castaña china, la japonesa y la americana.

En el Valle del Jerte la variedad predominante se conoce como De Pablo. Se trata de un cultivo tradicional de montaña, con árboles frondosos y en pendientes considerables.

La recolección es totalmente manual debido a que las condiciones del terreno impiden la utilización de maquinaria. Las primeras se recogen a principios de octubre y se alarga hasta finales de noviembre.

La castaña recolectada en los verdes y húmedos parajes del Valle del Jerte suele tener un tamaño medio de 9 gramos por fruto, es de piel brillante, forma redondeada, de color pardo y con sabor muy dulce.

No sé a vosotros, pero a mi me está entrando un hambre ummm.

Puedes comprar tus castañas aquí.